domingo, 16 de octubre de 2011

Yo soy el Buen Pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, dice el Señor.



Salmo 31
El Señor será nuestro pastor.
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla aun en las islas más remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor a su rebaño".

El Señor será nuestro pastor.

Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán a gozar de los bienes del Señor.
El Señor será nuestro pastor.

Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas.
El Señor será nuestro pastor.

Lectura del Cantar de los Cantares 8, 6-7

Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte
el amor como la muerte; es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina: las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del Salmo 148 Aleluya!

Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto; alábenlo todos su ángeles, alábenlo todos sus ejércitos.
Aleluya!

Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños.

Aleluya!

Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra; él acrece el vigor de su pueblo.
Aleluya!Alabanza de todos sus fieles; de Israel, su pueblo escogido.
Aleluya!
Señor Dios, qué valioso es tu amor. Por eso los seres humanos se acogen a la sombra de tus alas.

Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen. Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación, y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.


Meditacion con La Palabra

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-38 Gloria a ti, Señor.En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos". Palabra del Señor.
El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo; y todos los pueblos cantarán bailando: "Tú eres la fuente de nuestra salvación". Dios está con nosotros.


Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.

domingo, 21 de agosto de 2011

Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.


Dios Todopoderoso, Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo. Tú eres rey omnipotente, tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
San Francisco de Asis
Gusten y vean que bueno es el Señor

Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloria en el Señor, que lo oigan los humildes y se alegren. Glorifiquen conmigo al Señor, Alabemos Su Nombre todos juntos. Busqué al Señor: El Señor me respondió y me libró de todos los temores.

Gusten y vean que bueno es el Señor
Miren hacia El y quedaran resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor; El lo escuchó y lo salvó de sus angustias.

Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.

Envía tu Espíritu y serán creados.
Y renovarás la faz de la tierra.

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste.Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tu, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre;Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos;infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu Santo creamos en todo tiempo.

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.

Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.
¡Revísteme, Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima, con la que tú has embriagado a mi alma! Santa Catalina
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

El Espíritu de del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados.

domingo, 24 de julio de 2011

Santísima Trinidad, que por vuestra gracia habitáis en mi alma, santifícame más y más.


Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro; él es nuestro Dios.Mi alma espera al Señor con más ansia que los centinelas el amanecer, porque con el Señor viene la misericordia y la abundancia de su gracia.
Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados; bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

salmo 118
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Guardo tus mandamientos es mi pecho para nunca ofenderte.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos

Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.


Oremos Juntos

Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor, a fin de que, amándote en todo sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Bendigo al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo.
Me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.

El Señor libra al justo de todas sus angustias


Bendice al Señor, alma mía y todo mi ser a su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, no te olvides de sus beneficios.

Como la altura del cielo sobre la tierra, así es su amor con los que lo respetan; y como está lejano el oriente del poniente, así aleja de nosotros nuestros crímenes.
Bendice, alma mía, al Señor.

El Señor estableció su trono en los cielos, ejerce su dominio sobre todas las cosas. Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos guerreros ejecutores de sus órdenes.

Bendice, alma mía, al Señor.


Comentario
Cuando el alma es dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo se convierte en el árbol bueno que se da a conocer por sus frutos. Esos frutos sazonan la vida cristiana y son manifestación de la gloria de Dios: en esto será glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto1, dirá el Señor en la Última Cena.Estos frutos sobrenaturales son incontables. San Pablo, a modo de ejemplo, señala doce frutos, resultado de los dones que el Espíritu Santo ha infundido en nuestra alma: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad.

Hoy en nuestra oracion final al terminar el dia le pedimos al Señor, que nos envie Su Espiritu Santo para aprender a conocer nuestros dones y poder asi dar fruto abundante para Gloria de Dios..

Rey celeste, Espíritu Consolador, Espíritu de Verdad, que estás presente en todas partes y lo llenas todo, tesoro de todo bien y fuente de la vida, ven, habita en nosotros, purifícanos y sálvanos, Tú que eres bueno.
Oraciones para pedir los Dones del Espiritu Santo

domingo, 22 de mayo de 2011

Muestranos Señor Tu misericordia y danos Tu Salvacion.


Que brille Tu Rostro Señor y nos salve

Pastor de Israel escucha: Tu que te sientas sobre querubines, resplandece, despierta Tu Poder y Ven a salvarnos.

Muestranos Señor Tu misericordia y danos Tu Salvacion.
Señor has sido bueno con Tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de Tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de Tu Ira.

Restáuranos, Dios Salvador nuestro.
Muéstranos, Señor Tu misericordia y danos Tu salvación.


Dichoso el hombre que soporta la prueba
Lectura de la Carta del Apostol Santiago 1, 2-4, 12

Hermanos: Que el colmo de nuestra dicha sea pasar por toda clase de pruebas. Sabed que al ponerse a prueba vuestra fe, os dará aguante. Y si, el aguante llega hasta el final, sereis perfectos e íntegros sin falta alguna.
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que El Señor ha prometido a los que lo aman.

Restáuranos, Dios Salvador nuestro.
Muéstranos, Señor Tu misericordia y danos Tu salvación.



domingo, 15 de mayo de 2011

"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo





"El que permanece en Mi, como Yo en el, da mucho fruto", dice El Señor. Aleluya.

Oremos a Cristo, autor de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, quien por su poder nos resucitará también a nosotros, y digamosle: Cristo, vida nuestra, sálvanos. Cristo, luz esplendorosa que brillas en las tinieblas, rey de la vida y salvador de los que han muerto, Concedenos vivir en Tu Alabanza.

Señor Jesus, que anduviste los caminos de la Pasion y de la Cruz, Concédenos que, unidos a Ti en el dolor y en la muerte, resucitemos tambien contigo. Hijo del Padre, Maestro y Hermano nuestro, Tu que has hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes.
Enséñanos a ofrecer con alegria nuestro sacrificio de Alabanza. Rey de la Gloria, esperamos anhelantes el dia de tu manifestacion gloriosa, Para poder contemplar Tu Rostro y ser semejantes a Ti.

Aleluya Reina El Señor, nuestro Dios; Alegrémonos y demosle gracias .
Aleluya.


Dirijamonos ahora al Padre con las palabras que el Espiritu del Señor Resucitado pone en nuetsra boca: Padre Nuestro...
Oracion Señor Dios nuestro, Tu nos has redimido y hechos hijos Tuyos; mira con bondad a estos hijos que tanto amas, para que quienes creemos en Cristo alcancemos la liberacion y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo.
Amén.




miércoles, 23 de marzo de 2011

Demos gracias a Dios Padre, Bendice Señor a Tu Pueblo..



Sólo en Dios descansa mi alma, por que de él viene mi salvación; solo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.

Descansa solo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza; solo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré De Dios viene mi salvación y mi gloria, él es mi roca firme, Dios es mi refugio Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es nuestro refugio. Los hombres no son más que un soplo, los nobles son apariencias: todos juntos en la balanza subirían más leves que un soplo. No confiéis en la opresión, no pongáis ilusiones en el robo; y aunque crezcan vuestras riquezas, no les deis el corazón. Dios a dicho una cosa, y dos cosas que he escuchado: "Que Dios tiene el poder y el Señor tiene la gracia; que tu pagas a cada uno según sus obras."
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,por los siglos de los siglos. Amén.

Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada.
Dirige, Señor, el sentir de los pueblos y la mente de sus gobernantes por los caminos de tu voluntad, para que procuren con empeño el bien común. Aumenta el fervor de aquellos que, habiéndolo de- jado todo, siguieron a Cristo, para que su vida sea luz para los hombres y claro testimonio de la santidad de tu Iglesia.
Tú que creaste a todos los hombres a imagen tuya, has que sintamos horror de las injusticias y des
igualdades entre los hombres. Llama a tu amistad y a tu verdad a los que vivenalejados de ti, y a nosotros enséñanos cómo podemos ayudarlos.

Señor, haz que tu pueblo persevere, siempre en el camino del bien que tú le ha enseñado; protégelo en sus necesidades temporales, para que, sin angus- tia, pueda tender a bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Fuente. Oficio Divino

viernes, 14 de enero de 2011

«En Dios pongo mi esperanza»

















«El Señor, tu Dios, te pide que lo temas, que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma» (cf. Dt 10,12).

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas,prende fuego a los escudos. «Rendíos, reconoced que yo soy Dios:más alto que los pueblos, más alto que la tierra». El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Salmo 45

Reflexion

Sobre un horizonte de guerras y de desastres frecuentes, los israelitas ven a Sión como una ciudad fuerte e invencible, porque Dios habita en ella y por esto, pase lo que pase, aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen, teniendo a Dios en medio, nada les puede atemorizar.

A los cristianos de nuestro tiempo nos es necesaria la confianza plena expresada en este salmo. No todo va bien, ni en el mundo ni en la Iglesia. Algunos de los males de nuestros días, con frecuencia, nos atemorizan en exceso; las injusticias del mundo, las infidelidades de muchos en la Iglesia nos pueden parecer dificultades aptas para descorazonar incluso a los más fuertes. Pero no, aunque hiervan y bramen las olas, «más potente que el oleaje del mar, más potente en el cielo es el Señor» (Sal 92,4). Por eso la Iglesia, sabiendo que Dios está en ella, no vacila y sabe esperar contra toda esperanza.


Señor Dios, fuerza y refugio de tu pueblo, tú que en la adversidad proteges a quienes en ti esperan y en la prosperidad los defiendes, escucha las súplicas de tus fieles y haz que, realizando fielmente tu voluntad, merezcamos ser siempre escuchados por ti. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor. Amén


Oh Dios, tu nombre es santo, Tú eres el único; obrador de prodigios; te glorificamos y te alabamos porque en la Pascua de tu Hijo nos has reconciliado contigo y nos has hecho ministros de la reconciliación; te pedimos que nuestras palabras y vida testifiquen el entrañable amor que nos muestras, para que nuestros hermanos sean seducidos por tus juicios de salvación y proclamen que sólo Tú eres santo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén