miércoles, 4 de febrero de 2015

Alaben al Señor los que lo buscan.




 















Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos,
te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial,
Dios Padre todopoderoso Señor,
Hijo único, Jesucristo.

Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.

Amén.





Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 1-5 


 Hermanos: Ya que hemos sido justificados por la fe, mantengámonos en paz con Dios, por mediación de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido, con la fe, la entrada al mundo de la gracia, en el cual nos encontramos; por él, podemos gloriarnos de tener la esperanza de participar en la gloria de Dios.
Más aún, nos gloriamos hasta de los sufrimientos, pues sabemos que el sufrimiento engendra la paciencia, la paciencia engendra la virtud sólida, la virtud sólida engendra la esperanza, y la esperanza no defrauda, porque Dios ha infundido su amor en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que él mismo nos ha dado.
Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.


Salmo 21

Alaben al Señor los que lo buscan.

Le cumpliré mis promesas al Señor delante de sus fieles. Los pobres comerán hasta saciarse y alabarán al Señor los que lo buscan: su corazón ha de vivir para siempre.

Alaben al Señor los que lo buscan.

Recordarán al Señor y volverán a él desde los últimos lugares del mundo; en su presencia se postrarán todas las familias de los pueblos. Sólo ante él se postrarán todos los que mueren.

Alaben al Señor los que lo buscan.

Mi descendencia lo servirá y le contará a la siguiente generación, al pueblo que ha de nacer, la justicia del Señor y todo lo que él ha hecho.

Alaben al Señor los que lo buscan.



Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20

Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos".
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.




Dios todopoderoso y eterno, que has querido que todo esfuerzo humano por ir a tu encuentro tenga su origen y su plenitud en el nacimiento de tu Hijo; concédenos contarnos siempre entre el número de los que siguen a Cristo, en quien está la salvación del género humano.
El, que vive y reina contigo...
Amén.


domingo, 13 de mayo de 2012

"Es el amor lo que da precio a todas nuestras obras; no es por la grandeza y multiplicidad de nuestras obras por lo que agradamos a Dios, si no por el amor con que las hacemos" San Francisco de Sales
  En el dia de Nuestra Señora de Fatima- se conmemora el dia de su primera aparicion en Portugal- y Nuestra Señora de la Sonrisa, saludamos a Maria Madre Nuestra con esta bella oracion y le ofrecemos los frutos de nuestra meditacion diaria.

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.




Salmo 26
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor. 


 Señor Dios, Tú que te has dignado morar entre nosotros, poniendo tu tienda en nuestra propia carne, acrecienta en nosotros el deseo de morar en tu casa por los días de nuestra vida, ya que sólo en tu tienda nos proteges el día del peligro y nosotros te glorificaremos cantando y tocando para ti, Señor. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Debemos recomenzar en el camino de Cristo una y otra vez
En la Eucaristia que celebramos cada domingo tenemos que renovar nuestra alianza con Jesus redoblando nuestras fuerzas para seguir luchando, comenzando y recomenzando; decia San Francisco de Sales"..me da alegria ver que comenzais cada dia; no hay mejor medio que acabar bien la vida que el de volver a empezar siempre, y no pensar nunca que ya hemos hecho bastante."
La gracia se da a los que esperan en Dios.
Si muchas son las tribulaciones y tentaciones, mucho mas grande es la ayuda que viene de Dios: "El Señor nos libra del mal, no cuando el enemigo deja de presentarnos  batalla valiendose de sus mil artes, sino cuando vencemos arrostrando valientemente las circunstancias"- (tratado sobre la oracion)
Recurramos a Santa Maria Madre de Dios pidiendole como lo hacemos en el Ave Maria, que ruegue por nosotros que somos pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen. 

domingo, 11 de marzo de 2012

Señor, que siempre te busque pues eres mi refugio y salvación.


Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque pues eres mi refugio y salvación.

Tú tienes, Señor,

palabras de vida eterna.
Salmo 102

El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.

El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados.

El Señor es compasivo y misericordioso.

Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.

El Señor es compasivo y misericordioso.

"Alégrate, hijo mío, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado."

Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí:
“Este recibe a los pecadores y come con ellos”.Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: ‘Padre, dame la parte de la herencia que me toca’. Y él les repartió los bienes.No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a padecer necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ‘¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores’.Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’.Pero el padre les dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’. Y empezó el banquete.El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba.Este le contestó:‘Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo’. El hermano mayor se enojó y no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ‘¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo’.
El padre repuso:‘Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’ ”.

Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús.


Todos nosotros, llamados a la santidad, somos también el hijo pródigo. “La vida humana es, en cierto modo, un constante volver hacia la casa de nuestro Padre. Volver mediante la contrición, esa conversión del corazón que supone el deseo de cambiar, la decisión firme de mejorar nuestra vida, y que se manifiesta en obras de sacrificio y de entrega. Volver hacia la casa del Padre, por medio de ese sacramento del perdón en el que, al confesar nuestros pecados, nos revestimos de Cristo y nos hacemos así hermanos suyos, miembros de la familia de Dios”Todos somos hijos de Dios y, siendo hijos, somos también herederos. La herencia es un conjunto de bienes incalculables y de felicidad sin límites, que solo en el Cielo alcanzará su plenitud y la seguridad completa.

Honor y gloria a ti,Señor Jesús.Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.Honor y gloria a ti,Señor Jesús.

Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, orienta hacia ti nuestros corazones y enciéndelos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes en el amor fraterno.
Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.


Salmo 24

Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.

Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros.

Descúbrenos, Señor, tus caminos.

Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos.

jueves, 23 de febrero de 2012

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.












Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.Por nuestro Señor Jesucristo…amen.

La cualidad esencial de quienes componen este nuevo pueblo “es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo; tiene por ley el nuevo mandato del amor, como el mismo Cristo nos amó a nosotros Jn 13, y tiene como fin el dilatar más y más el reino de Dios.

Lectura del segundo libro de Samuel 5, 1-7. 10

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David, de la tribu de Judá, y le dijeron: “Somos de tu misma sangre. Ya desde antes, aunque Saúl reinaba sobre nosotros, tú eras el que conducía a Israel, pues ya el Señor te había dicho: ‘Tú serás el pastor de Israel, mi pueblo; tú serás su guía’ ”.

Así pues, los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver a David, rey de Judá. David hizo con ellos un pacto en presencia del Señor y ellos lo ungieron como rey de todas las tribus de Israel. David tenía treinta años, cuando comenzó a reinar.Primero reinó en Hebrón, sobre Judá, siete años y tres meses. Después, en Jerusalén, reinó sobre todo Israel y Judá, treinta y tres años. En total, su reinado duró cuarenta años.
Una vez ungido rey, David y sus hombres marcharon a Jerusalén, contra los yebuseos que habitaban aquella tierra.Estos le dijeron a David: y el Señor estaba con él.

Señor, apiádate de mí.

Apiádate de mí, Señor, apiádate, pues en ti me refugio; me refugio a la sombra de tus alas hasta que pase el infortunio.

Señor, apiádate de mí.

Voy a clamar al Dios altísimo, al Dios que me ha colmado de favores; desde el cielo, su amor y su lealtad me salvarán de mis perseguidores.

Señor, apiádate de mí.

Señor, demuestra tu poder y llénese la tierra de tu gloria; pues tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad las nubes toca.

Señor, apiádate de mí.

Una sola cosa he pedido al Señor y es lo único que busco: habitar en su casa todos los días de mi vida.

Salmo 143

Bendito sea el Señor.

Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos y mis dedos para luchar en lides.

Bendito sea el Señor.

El es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde.

Bendito sea el Señor.

Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte, pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.

Bendito sea el Señor.

Evangelio

san Marcos
3, 1-6

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido:“Levántate y ponte allí en medio”.Después les preguntó:“¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?” Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: “Extiende tu mano”. La extendió, y su mano quedó sana.Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.
Es palabra de Dios, Gloria a ti, Señor Jesús.

La unidad es un don de Dios y por eso está estrechamente ligada a la oración y a la continua conversión del corazón.

El amor a Dios nos ha de llevar a pedir, de modo particular en estos días, por esos hermanos nuestros que mantienen aún muchos vínculos con la Iglesia. Contribuiremos eficazmente a la edificación de esa unión en la medida en que nos afanemos por buscar la santidad personal en lo corriente de todos los días y aumentemos nuestro espíritu apostólico. El fiel católico ha de tener siempre un corazón grande y debe saber servir generosamente a sus hermanos los hombres –a los demás católicos y a quienes tienen la fe en Cristo sin pertenecer a la Iglesia o profesan otras religiones o ninguna y mostrarse abierto y siempre dispuesto a convivir con todos. Hemos de amar a los hombres para llevarlos a la plenitud de Cristo, y así hacerlos felices. "Señor , infunde en nosotros tu Espíritu de caridad y haz que cuantos creemos en Ti vivamos unidos en un mismo amor." amen.

Salmo 24

Descúbrenos, Señor,

tus caminos.

Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.

Descúbrenos, Señor,

tus caminos.

Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros.

Descúbrenos, Señor,

tus caminos.

Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.

Descúbrenos, Señor,

tus caminos.




domingo, 16 de octubre de 2011

Yo soy el Buen Pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, dice el Señor.



Salmo 31
El Señor será nuestro pastor.
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla aun en las islas más remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor a su rebaño".

El Señor será nuestro pastor.

Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán a gozar de los bienes del Señor.
El Señor será nuestro pastor.

Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas.
El Señor será nuestro pastor.

Lectura del Cantar de los Cantares 8, 6-7

Grábame como un sello en tu brazo, como un sello en tu corazón, porque es fuerte
el amor como la muerte; es cruel la pasión como el abismo; es centella de fuego, llamarada divina: las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Del Salmo 148 Aleluya!

Alaben al Señor en el cielo, alaben al Señor en lo alto; alábenlo todos su ángeles, alábenlo todos sus ejércitos.
Aleluya!

Reyes y pueblos del orbe, príncipes y jefes del mundo; los jóvenes y también las doncellas, los viejos junto con los niños.

Aleluya!

Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. Su majestad sobre el cielo y la tierra; él acrece el vigor de su pueblo.
Aleluya!Alabanza de todos sus fieles; de Israel, su pueblo escogido.
Aleluya!
Señor Dios, qué valioso es tu amor. Por eso los seres humanos se acogen a la sombra de tus alas.

Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen. Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación, y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.


Meditacion con La Palabra

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 35-38 Gloria a ti, Señor.En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos". Palabra del Señor.
El Señor registrará en el libro de la vida a cada pueblo, convertido en ciudadano tuyo; y todos los pueblos cantarán bailando: "Tú eres la fuente de nuestra salvación". Dios está con nosotros.


Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre.

domingo, 21 de agosto de 2011

Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.


Dios Todopoderoso, Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo. Tú eres rey omnipotente, tú eres Padre santo, Rey del cielo y de la tierra.
San Francisco de Asis
Gusten y vean que bueno es el Señor

Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloria en el Señor, que lo oigan los humildes y se alegren. Glorifiquen conmigo al Señor, Alabemos Su Nombre todos juntos. Busqué al Señor: El Señor me respondió y me libró de todos los temores.

Gusten y vean que bueno es el Señor
Miren hacia El y quedaran resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor; El lo escuchó y lo salvó de sus angustias.

Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz.
Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones.
Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.

Envía tu Espíritu y serán creados.
Y renovarás la faz de la tierra.

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste.Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tu, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre;Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos;infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que en Ti, Espíritu Santo creamos en todo tiempo.

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.

Envía tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.
¡Revísteme, Trinidad eterna, revísteme de ti misma para que pase esta vida mortal en la verdadera obediencia y en la luz de la fe santísima, con la que tú has embriagado a mi alma! Santa Catalina
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.

El Espíritu de del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para vendar los corazones desgarrados.

domingo, 24 de julio de 2011

Santísima Trinidad, que por vuestra gracia habitáis en mi alma, santifícame más y más.


Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro; él es nuestro Dios.Mi alma espera al Señor con más ansia que los centinelas el amanecer, porque con el Señor viene la misericordia y la abundancia de su gracia.
Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados; bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

salmo 118
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Guardo tus mandamientos es mi pecho para nunca ofenderte.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos

Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.


Oremos Juntos

Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor, a fin de que, amándote en todo sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Bendigo al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo.
Me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.

El Señor libra al justo de todas sus angustias.

Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.

El Señor libra al justo de todas sus angustias


Bendice al Señor, alma mía y todo mi ser a su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, no te olvides de sus beneficios.

Como la altura del cielo sobre la tierra, así es su amor con los que lo respetan; y como está lejano el oriente del poniente, así aleja de nosotros nuestros crímenes.
Bendice, alma mía, al Señor.

El Señor estableció su trono en los cielos, ejerce su dominio sobre todas las cosas. Bendigan al Señor, ángeles suyos, poderosos guerreros ejecutores de sus órdenes.

Bendice, alma mía, al Señor.


Comentario
Cuando el alma es dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo se convierte en el árbol bueno que se da a conocer por sus frutos. Esos frutos sazonan la vida cristiana y son manifestación de la gloria de Dios: en esto será glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto1, dirá el Señor en la Última Cena.Estos frutos sobrenaturales son incontables. San Pablo, a modo de ejemplo, señala doce frutos, resultado de los dones que el Espíritu Santo ha infundido en nuestra alma: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad.

Hoy en nuestra oracion final al terminar el dia le pedimos al Señor, que nos envie Su Espiritu Santo para aprender a conocer nuestros dones y poder asi dar fruto abundante para Gloria de Dios..

Rey celeste, Espíritu Consolador, Espíritu de Verdad, que estás presente en todas partes y lo llenas todo, tesoro de todo bien y fuente de la vida, ven, habita en nosotros, purifícanos y sálvanos, Tú que eres bueno.
Oraciones para pedir los Dones del Espiritu Santo